viernes, febrero 10, 2012

¿FILOSOFIA Y RELIGION? ¿ATEO O AGNÓSTICO?


INTRODUCCIÓN

En el lenguaje común un ateo y un agnóstico, tienden a ser asimilados como si fueran una misma cosa, sin embargo el tema es bastante más complejo y requiere de un mayor conocimiento que defina conceptualmente ambas posiciones filosóficas.

En el pensamiento colectivo de las personas se han arraigado las dos ideas principales y antagónicas del ser humano: Religión y Filosofía. De un lado la religión que basa su especulación en la Fe, aceptando el dogma como respuesta a todas las preguntas en razón del carácter de evidente e indiscutible de la presencia de una entidad última o divinidad. Y por otro lado, la filosofía que utiliza la Razón, para comprender el significado de los fenómenos o hechos de la realidad, sin suponer, para comprenderlos, ninguna consideración previa, que no se funde en razones, manteniendo una actitud crítica permanente, lo que constituye las preocupaciones del conocimiento humano para explicar el principio u origen de todo lo que es.

Si bien la filosofía define al Ateísmo[1], como una postura teórica que niega la existencia de Dios, lo que le confiere a dicho término un significado preciso, sin embargo en razón de la diversidad de concepciones existentes sobre Dios, le otorgan a dicha negación, una cierta imprecisión necesaria de aclarar.

El mote de “ATEO”, ha sido empleado desde siempre en forma despectiva, en contra de personas o comunidades. Así, en el pasado Sócrates, cuyas ideas filosóficas influirían grandemente el mundo occidental, fue acusado de ateo, pues no creía en las divinidades atenienses de la época. Ante estas consideraciones es necesario señalar taxativamente que ser ateo no es ser inmoral. La moralidad no se basa en criterios de revelación divina, y muy por el contrario, tienen que ver con la búsqueda del bienestar del ser humano.

Las disputas entre la Filosofía y Religión, características de las diversas etapas de la historia humana, señalan que en algunos momentos la primera ha sido absorbida por la Religión, tal como sucedió en la Edad Media. Pero en otros momentos, como en la actualidad, la Filosofía sostiene una posición más libre, en razón al enfoque conservador de la Religión. Y Si bien Filosofía y Religión se enfrentan, la una con la razón y la otra con el dogma, el hombre común siente una fuerte tendencia a aceptar ambas posiciones como validas, y parte de una verdad relativa, es el “Agnosticismo”, cuyo conocimiento filosófico, se encuentra a medio camino entre la verdad del dogma y la verdad de la razón, a ello se le llamara la tercera verdad, una que acepta todo, pero que a la vez duda de todo.

DESARROLLO

CONTEXTO HISTÓRICO, FILOSÓFICO Y RELIGIOSO
El hombre primitivo debió enfrentarse a la falta de explicaciones racionales, para determinados fenómenos, medida en la cual tuvo la necesidad crear Dioses, su fin era procurar una respuesta a esos sucesos o cualquier otro fenómeno no explicable para el, al cual rendir culto, satisfaciendo de esta manera una necesidad básica del hombre. Así, se crearon los mitos e historias fantásticas, que explicaban los sucesos sobrenaturales. Mas tarde la variedad de dioses, pasarían a ser un dios único, concentrando en el, las particularidades de ellos.

PERIODO ANTIGUO (Del siglo VI a. C a la decadencia del Imperio Romano)
En verdad concebir una síntesis de las expresiones filosóficas a lo largo de la historia, para un lego en la materia resulta de particular dificultad. El resultado es que se evidencian tantas religiones, como filosofías, las que sin duda creen poseer la cada una la Verdad absoluta o parte de ella.

En el pasado el hombre del mundo griego, lograba dar una explicación plausible y racional a los fenómenos naturales, a través de las diferentes religiones las que eran la respuesta a las grandes interrogantes. Las religiones Grecolatinas, eran libres para elaborar figuras de dioses, los que vivían al margen de toda inquietud por el destino humano.

Sócrates, es la figura principal del periodo y es quien es considerado el padre de la filosofía política y de la ética, fuente de importantes temas de la filosofía occidental, cuya contribución más importante al pensamiento, es su dialéctica, conocida como Método Socrático.

Por otra parte Evémero, opinaba que los dioses sólo eran gobernantes deidificados, conquistadores y fundadores del pasado, y que sus cultos y religiones eran en esencia la continuación de reinos desvanecidos y estructuras políticas pasadas. Otra figura importante en la historia del Ateísmo fue Epicuro, quien expuso su filosofía materialista, en la cual el universo estaba gobernado por las leyes del azar, sin la necesidad de la intervención divina.

PERIODO MEDIEVAL (De finales siglo XV, al Renacimiento)
Es el periodo de mayor desarrollo de las religiones, sobretodo el Cristianismo, que alcanza importante poder político. Su filosofía consiste en explicar la naturaleza de Dios, aplicando la lógica y el pensamiento Aristotélico. La filosofía estaba fuertemente ligada a esa Filosofía Cristiana, y por ello el interés fue probar la existencia de Dios, influido por otras corrientes filosóficas como la Filosofía Islámica y Judeo-Islámica, y especialmente en los escritos de filósofos musulmanes.

En la Edad media, no se conocen expresiones ateístas, pues las autoridades religiosas de la época perseguían frenéticamente a los que discrepaban de sus creencias, acusándoles de herejía, especialmente en los países donde está activa la Inquisición. Solo hubo asomos en pro de posiciones de corte ateístas, sin embargo la organización política y social del periodo, impidió una formulación clara y la generalización a través de la teorización necesaria. El cargo de ateo es usado con mucha frecuencia para atacar a los adversarios políticos o religiosos. Un ejemplo de ello lo constituye el papa Bonifacio VIII, quien por su insistencia en la supremacía política de la iglesia, fue acusado por sus enemigos a su muerte de mantener posiciones ateas tales como “no creer en la inmoralidad, ni la incorruptibilidad del alma, ni en la vida venidera”.

Se pueden observar atisbos a una concepción Ateísta, los que ansían dar respuestas coherentes al origen y destino del hombre, lo que sin lugar a dudas, ha dado lugar a la afirmación de la no creencia en seres superiores, más explícitamente la no creencia en seres o entidades metafísicas, debido a la falta de pruebas racionales que demuestren su existencia. Santo Tomas a pesar de su teologal SUMMA señala: “No es evidente la existencia de Dios”[2].

PERIODO DEL RENACIMIENTO Y RACIONALISMO
A partir del renacimiento surgen nuevas concepciones, las que con sus intereses antropocéntricos permitirán identificar todas las cosas según la medida del hombre. El medio cultural, el descubrimiento de la naturaleza y el método científico, disolvieron la fuerte concepción teológica medieval orientando a numerosos pensadores hacia el materialismo, el panteísmo y el deísmo.

Entre los siglos XV y XVI, Maquiavelo diluyó la relación política de la religión, considerando a ésta última un instrumento de poder. Vale recordar a Giordano Bruno, quien fuera quemado en la hoguera hacia el año 1600, acusado de ateo por sus tesis panteístas, en las que identificaba a Dios con el uno infinito. En el siglo siguiente, Baruch Spinoza fue acusado de ateísmo por asemejar Dios a la sustancia.

PERIODO DE LA ILUSTRACIÓN
En la Ilustración la medida humana ya no es la del sabio o del artista, sino que la de todo ciudadano. Los ingleses adoptan como concepción el deísmo. Es el periodo en que David Hume, rechaza toda metafísica y por tanto niega todas las pruebas racionales de la existencia de Dios, pero declara aceptar como hombre la irracionalidad de la fe, nacida del miedo a lo desconocido.

Por otra parte, los franceses siguieron dos corrientes distintas: la del materialismo ateo, representada por Denis Diderot, entre otros, y la corriente deísta que fue significativamente expuesta por Voltaire. Kant niega la posibilidad de la prueba metafísica de la existencia de Dios, pero sin embargo la establece en los postulados de la Razón Práctica.

PERIODO MODERNO (finales siglo XVI a principios del siglo XIX)
Hasta el siglo XVII, la sociedad está dominada por la necesidad de organizar la filosofía en forma racional, escéptica, lógica y axiomática, tal como lo hicieron René Descartes, Blaise Pascal y Thomas Hobbes, el ideal es la integración de las creencias religiosas dentro de los marcos filosóficos, y combatir el ateísmo, para adoptar la idea de una realidad material, en un dualismo entre espíritu y materia.

Kant señalara que “la metafísica ha fracasado como ciencia, porque ha querido establecer un conocimiento del absoluto”[3], no critica la necesidad subjetiva que el hombre experimenta por tener ideas acerca del mundo, del alma y de dios, expone que es una predisposición natural. Su actitud es crítica lo lleva a un replanteamiento similar a Descartes con la duda metódica. Para Kant la ciencia es el paradigma de aquello que ha de ser válido para la filosofía como ciencia especulativa de los principios de la razón.

Para Descartes, "Filosofía" significa el estudio de la sabiduría, entendiendo por ello un conocimiento perfecto de todas las cosas que el hombre puede conocer, "para la conducción de su vida y la conservación de su salud y la invención de todas las artes".

El siglo XIX Hegel, propone una dialéctica para el clasificación del conocimiento, evidenciando el fracaso total de la metafísica. Para el la religión constituye solo el factor que determina el desarrollo histórico de cada época, opina que para el pueblo sin educación la religión es el elemento más presente, cuya tarea es manifestar el espíritu. Luego aparece la crítica de Marx y Engels a la dialéctica hegeliana, es la dialéctica materialista el materialismo histórico, y el Marxismo[4], califican a la religión como el opio del pueblo.

Desde mediados del siglo XIX, el ateísmo se hace cada vez más evidente e incluso militante. El filosofo alemán Ludwig Feuerbach, da la vuelta a la dialéctica hegeliana, concediendo la primacía a la sensación frente a la razón. Paralelamente invirtió la relación Dios–hombre. No es Dios quien ha creado al hombre a su imagen y semejanza; es el hombre quien ha proyectado sus mejores cualidades sobre el concepto de Dios. De el Engel señala “El Gran Problema Cardinal de toda la Filosofía, especialmente de la moderna, es el problema de la relación entre el pensar y el ser”[5]sic.

Luego, Marx, en sus tesis sobre Ludwig Feuerbach, critica que la filosofía se hubiera limitado a interpretar el mundo en vez de tratar de cambiarlo. El estudio de la historia llevó a Marx a la conclusión de que las estructuras sociales se van construyendo como muros protectores para evitar el cambio de las relaciones de producción: la religión es el opio, como consuelo adormecedor del pueblo.

En el siglo XX, el ateísmo se expresaría de las más diversas formas. Para el psicoanalista Sigmund Freud, la religión es una proyección simbólica del subconsciente, en la que Dios ocupa la imagen paterna. Para el positivismo lógico del círculo de Viena, las proposiciones “Dios existe” o “Dios no existe” carecen de sentido, y sobre ellas no es posible emitir juicio alguno. Para Jean–Paul Sartre, el ateísmo es un presupuesto existencial, necesario a fin de salvar la libertad humana.

PERIODO CONTEMPORÁNEO (siglo XIX a la actualidad)
En un intento por reformular los antiguos concepciones sobre el conocimiento, la filosofía del siglo XX y hasta estos días, se ocupa centralmente de “La Epistemología”[6] , en los trabajos de Martin Heidegger, Popper, Lévi-Strauss y Bertrand Russell. De la misma manera la metafísica, se orienta fenomenológicamente para apoyar el existencialismo de Jean-Paul Sartre y otros.

Para Martin Heidegger[7], la filosofía es puramente ontológica. Para él resulta insuficiente el intento de Husserl por esclarecer al Ser al entenderlo como la unidad de sentido, que se llama “ESENCIA”. El ser es algo distinto de la esencia, pues ella es del ente (óntico) y no del ser (ontológico). Esta diferencia constituye lo que Heidegger llama la "Diferencia Ontológica".

Ferrater Mora, a su vez señala que la filosofía de hoy se divide en dos direcciones principales: la dirección que resuelve el filosofar como una actividad humana, y la dirección que aspira a una filosofía inquisitiva, de objetos y métodos análogos a los adoptados por la ciencia, y que hace de la filosofía un conjunto de conocimientos y proposiciones.

Desde una perspectiva científica en general el Ateísmo, está fundado por doctrinas o actitudes que niegan la existencia de Dios. Esta concepción, niega no ya la existencia de Dios, sino la de cualquier otra realidad que no sea la meramente física, que se asocia al concepto de Ateísmo. Y Por otra parte, las doctrinas que afirman la existencia de Dios, han dado lugar a tres posturas básicas:

EL TEÍSMO: Característico de las religiones monoteístas, que afirman la existencia de un Dios único, personal y trascendente. Sobre este particular Kant es bastante crítico, pues declara como insuficientes las pruebas especulativas de la existencia de Dios, considera imposible demostrar la existencia de un modo absoluto, pero al mismo tiempo está convencido de la existencia de Dios y tiene una fe libre de toda duda en el fundamento práctico que nunca podrá ser derribado.

EL PANTEÍSMO: identifica a Dios con el todo
EL DEÍSMO: cree en un Dios creador del mundo al que le ha dado sus leyes, pero que no interviene en el acontecer posterior a la creación y del que no es posible conocer nada. Panteístas y deístas, sin embargo, han sido frecuentemente acusados de ateísmo por los teístas.

En suma, el Ateísmo sólo adquiere significado entero en cuanto es opuesto a determinadas doctrinas y a un concepto específico de la divinidad. En último término, ante la imposibilidad de precisar un concepto de dios común a todas las religiones, suelen ser cuestiones no estrictamente relacionadas con la existencia o no de una realidad superior como la no creencia en la inmortalidad personal las que hacen que una persona sea considerada atea.

LA FILOSOFÍA Y SUS INTERROGANTES
La filosofía, constituye la expresión máxima del pensamiento del hombre como ser cerebral e intelectual, y su perspectiva es dar respuestas coherentes  a las diversas interrogantes del hombre, sobretodo cuando se ha preguntado acerca del origen del mundo, de la materia, del hombre, de la naturaleza del alma, de la vida, y de la muerte. Y por tanto se define a la filosofía como la ciencia que se ocupa de responder las grandes interrogantes que desvelan al hombre.

Sin embargo la duda persiste y ante los problemas para aceptar que el universo existió desde siempre; la tendencia se orienta, a sostener que en cierto momento antes del llamado Big Bang, no existía nada. De ahí que para el creyente sea más fácil acatar lo que propone la religión: "El espíritu planeaba encima de las tinieblas y luego se hizo la materia". Del mismo modo, si alguien se pregunta: ¿"dónde" residen los pensamientos?, en verdad se está planteando la relación entre pensamiento y cerebro, es decir, entre materia y espíritu. Asimismo, cuando se plantean las relaciones entre la voluntad y el poder, siendo que el poder es lo material, y la voluntad lo inmaterial o lo espiritual; y así cuando se plantean las relaciones entre la "conciencia social", y las condiciones materiales de la "existencia social".

El fundamento de la filosofía, es el hombre y ello conduce siempre a preguntas; que suelen presentarse bajo diversas formas y criterios. Sin embargo, lo que en verdad cuenta aquí es el modo de plantear dichas relaciones, y aunque abunde la diversidad de doctrinas y puntos de vista; sólo hay dos respuestas posibles a esas interrogantes: Una respuesta de naturaleza científica o Una respuesta de naturaleza no-científica.

De este modo, las definiciones filosóficas acerca del mundo y sus consecuencias se pueden establecer dos principales corrientes de discusión filosófica, cada una poseedora de sus propias verdades ellas son el “IDEALISMO Y MATERIALISMO”.


IDEALISMO Y MATERIALISMO
Sin duda el hombre busca incansablemente respuestas a su origen y destino, sobre lo cual los filósofos se han visto forzados a tomar partido por una u otra de las respuestas. El hombre primitivo carecía de los medios intelectuales necesarios para formularse tales preguntas y desconocía por completo el mundo que lo rodeaba, y la prueba de ello es que atribuían a seres sobrenaturales la responsabilidad de los sucesos que observaban.

Mas tarde, surge la idea de la inmortalidad del alma y de una vida espiritual separada del cuerpo por fuera de la materia. En verdad, ya desde la filosofía griega, y particularmente desde Platón, se comienza oponer materia y pensamiento.

Idealismo y Materialismo constituyen dos respuestas antagónicas a la cuestión fundamental de la filosofía, evolución o creación. De modo que se puede decir que el idealismo corresponde a la concepción no-científica del mundo, y que el materialismo constituye pues la concepción estrictamente científica. Las pruebas son aportadas por cada una de estas concepciones. Al decir que en la experiencia se verifica la existencia de cuerpos o materia sin pensamiento, tales como las piedras, madera, metales; pero hasta el momento, no ha sido posible comprobar la existencia de un pensamiento o espíritu sin un cuerpo.

MATERIA, Y ESPÍRITU
Cada vez que se piensa en el mundo, se puede concluir que este puede ser agrupado bajo diversas formas, sin embargo dos categorías le representan de mejor forma: "materia" y "espíritu". En este sentido se puede señalar que la contradicción se vale de las palabras más diversas. Así, para referirse al espíritu se emplea los términos de "pensamiento", "alma", "ideas", "conciencia", lo mismo que al referirse a la materia, se hace bajo términos tales como "naturaleza", "tierra", "mundo", "ser", etc. Federico Engels, refiriéndose a estas diferencias en su escrito sobre Ludwig Feuerbach, las establece con precisión al llamar al "Ser", materia, y al pensamiento "Espíritu.

EL PENSAMIENTO
Se refiere a la idea o representación simbólica que se hace de las cosas. Existen ciertas ideas que surgen de los sentidos y se corresponden con los objetos materiales; mientras que existe otro grupo de ideas que no dependen de los datos suministrados por los sentidos, tales como la idea de Dios, del alma, de la filosofía, del infinito, y que no poseen un correlato material.

LA MATERIA
Se refiere a todo aquello que puede ser captado por medio de los sentidos y la percepción, y en general, consiste en todo aquello que rodea, y que comúnmente es llamado "mundo exterior". Por ejemplo, cuando se dice: "esta hoja de papel es blanca", sé sabe que es blanca gracias a los sentidos, gracias a la percepción que suministra ese dato, y en esto consiste la "idea". En cambio, la "materia", es lo que constituye la hoja en sí misma.

Cuando los filósofos se plantean el problema de las relaciones entre la materia y el espíritu, entre la conciencia y el cerebro, entre el ser y el pensamiento; todas estas cuestiones pueden ser resumidas en una sola pregunta, ¿cuál es el elemento predominante y qué ha aparecido primero en todas estas relaciones? La respuesta a esta pregunta conduce directamente a plantear una de las cuestiones fundamentales de la filosofía.

ATEÍSMO Y OTRAS POSTURAS FILOSÓFICAS Y RELIGIOSAS
Es preciso distinguir el ateísmo de otras dos doctrinas que a menudo se disfrazan con él: agnosticismo y escepticismo. Algunos pensadores no niegan ni afirman la existencia de Dios, pero consideran que no es posible llegar a ninguna conclusión acerca de ello. Estos pensadores son denominados agnósticos, y entre ellos se puede contar a los positivistas, que sólo afirman lo que es objeto de la experiencia. Otros niegan la posibilidad de conocer cualquier verdad –son los escépticos– y por consiguiente niegan la posibilidad de conocer la existencia de Dios. Así pues, el ateo se diferencia del agnóstico en que no admite siquiera la mera posibilidad de la existencia de Dios, y del escéptico en que, aunque niegue a Dios, sí admite la posibilidad de conocimiento.

LA OTRA EXPRESION FILOSOFICA “EL AGNOSTICISMO”
El pensamiento filosófico del hombre ha transitado desde la necesidad de dar respuesta a fenómenos inexplicables hasta el desarrollo de las ciencias y la filosofía pero siempre enfrentada a la necesidad de encontrar respuestas divinas, a fin de intentar respuestas en busca de una verdad siempre esquiva, en este sentido el hombre ha encontrado distintas vertientes a considerar una de las cuales es el agnosticismo.

La filosofía considera a Dios y particularmente a la religión como un problema, sin embargo no puede probar la contradicción entre si Dios existe, o no. Particularmente la filosofía se apoya para sus deducciones en la razón, pues constituye la búsqueda del saber, es decir todo lo problematiza, lo cuestiona, y establece la duda. Se define entonces la creencia de que la existencia o no de Dios es un asunto superfluo en tanto que no forma parte esencial de la condición humana, aunque sí lo sea de la cultura y de la historia humana.

Muchos no creyentes se definen como agnósticos antes que ateos. No creen que dios exista, pero no están seguros de ello y entonces son renuentes a ser llamados ateos. Una actitud común es decir: “Tal vez hay algo allí afuera. A fin de cuentas, no lo conocemos todo”.

Quienes profesan el agnosticismo no son necesariamente antirreligiosos, siendo respetuosos de todas las creencias que proceden de una reflexión individual y honesta, y no de un interés egoísta, de la desesperación o de la presión del entorno. AGNÓSTICO, es una palabra que proviene del griego (no) y gnosis (conocimiento), entiende la fe sólo como una opción personal de cada individuo que él no comparte.

Ambas palabras fueron acuñadas por el biólogo Thomas Henry Huxley, en una reunión de la Sociedad Metafísica en 1869. En ella definió a los agnósticos como a las personas que niegan tanto el ateísmo como el teísmo y que aseguran que no es posible hallar respuesta a la duda metafísica de la existencia de un poder superior o Dios. Desde entonces el término “agnóstico” también ha sido usado para designar aquella persona que, aunque no considera que sea incognoscible la existencia de Dios, cree que las evidencias a favor y en contra de la existencia de una deidad no resultan concluyentes, por lo que se muestra indecisa sobre el tema.

ARGUMENTOS EN FAVOR DEL AGNOSTICISMO
La tercera Verdad filosófica conocida como Agnosticismo, sostiene no es posible de conocer la verdadera naturaleza de las cosas y de la materia, y que sólo se accede a sus apariencias. De ahí su nombre: Agnosticismo[8]. Según los filósofos agnósticos, nunca se sabrá con absoluta certeza si el espíritu o la materia existen por sí mismas, porque sólo se conoce de ellas solo sus apariencias. Un ejemplo es que los hombres primitivos creían que el Sol era un disco rojo y aplanado, ya que así se les aparecía a sus sentidos.

En tanto los idealistas disputan con los materialistas la existencia objetiva o subjetiva de la materia, los agnósticos sostienen que nada de esto puede conocerse con certeza, pues sólo podremos conocer las apariencias. Los sentidos; según sostienen los agnósticos, permiten conocer las cosas, sus aspectos externos, sus apariencias, y esas apariencias existen y que en términos filosóficos se denomina: "la cosa”.

ATEO O AGNOSTICO
La posición del Agnóstico, señala que su posición se expresa en que "los argumentos que se presentan en favor de la existencia de Dios, no permiten afirmar que existe". Por otra parte la posición del ateo es más terminante al señalar que: "los argumentos que se exhiben en contra de la existencia de Dios permiten afirmar que no existe".

EL agnóstico pone el acento en la naturaleza, según él, no-conclusiva de la argumentación del creyente. Propone, por principio, desconocer el referente teísta y suspender cautelarmente el juicio definitivo sobre la posibilidad de saber si Dios existe o no.

El punto del agnóstico frente al creyente es tan formalista y tan teoricista en su actitud de espera -dice que necesita pruebas concluyentes para decidir- que, de hecho, su posición nominal no se corresponde con los esquemas de comportamiento vital a los que cada uno de nosotros tiene que atenerse en el mundo de la praxis, entendiendo por esta categoría no sólo lo que se hace, sino también la estructura teórica y motivacional de lo que se hace.

La actitud agnóstica, en su estricta formulación teórica, no pasa de aparecer como más bien académica o vagamente verbal es lo que quiso decir Bertrand Russell al declararse agnóstico teórico y ateo práctico. Cabe que quien se tome a sí mismo por agnóstico sólo sea un creyente dudoso, en cuyo caso es relativamente frecuente que se deba cambiar su autodefinición.

CONSECUENCIAS DE ESTA TEORÍA FILOSÓFICA
El agnosticismo, sin duda constituye una hipótesis muy seductora, y a la vez, ampliamente difundida en estos días. Esta creencia ejerce su influjo en muchos escritos, y su impacto se ha hecho sentir fuertemente en aquellas filosofías que han decidido permanecer neutrales sin compromiso respecto del problema fundamental “buscar la verdad”, y por ello mantener, una cierta reserva respecto de la ciencia, ante la imposibilidad de conocer la verdadera naturaleza de las cosas, tal como lo afirman los agnósticos, y si los conocimientos quedan restringidos a la experiencia de las cosas; entonces no será posible allí su existencia objetiva, y aún menos, saber si las cosas existen por sí mismas.

Y si acaso existen otros medios para acceder al conocimiento de la "cosa en sí", como por ejemplo, la fe religiosa, el agnóstico no desea saberlo, ni considera que pueda ejercerse algún derecho a ello. Así, en lo que concierne a la ciencia y a la vida práctica, el agnóstico es un materialista; pero se trata de un materialista que no acepta asumir la filosofía, y al mismo tiempo no desea polemizar con los idealistas, ni tampoco enfrentarse a las religiones, y por ello, se trata de un “materialista avergonzado” de su condición.

Ahora bien, las consecuencias que pueden extraerse de esta filosofía, es que poniendo en duda el alcance de las proposiciones científicas, y no viendo en ella sino a unas meras apariencias; el agnosticismo propone no tomar en cuenta el contenido de verdad de las ciencias, y que por lo mismo, toda tarea de conocimiento es inútil, y en consecuencia, debe renunciar a toda forma de progreso.

CONCLUSIONES
En los diversos momentos de la historia humana, los hombre buscaron explicaciones plausibles a los fenómenos que observaba, y la aceptación de esas distintas corrientes del pensamiento, permitieron a la religión apropiarse del espacio, luego a partir del progreso de las ciencias “la razón” logra un terreno trascendente en la vida del hombre, logrando ocupar las capacidades de pensar y filosofar sobre todo a partir de la duda metódica heredada de Descartes.

El estudio de las religiones, tiene el propósito de entender que los hombres tiene el deseo irrefrenable de salvarse de un posible castigo divino y que sólo en las religiones y particularmente en el cristianismo se encuentra su salvación, mientras que para quienes han crecido en la fuente del pensamiento humano, al estilo de Feuerbach, el hombre ha realizado su camino: primero creó a Dios y más tarde entendió que ello solo era un peldaño en el conocimiento humano, al considerar a Dios como una creación humana y por lo tanto como Feuerbach niegan su existencia así como la de cualquier otro dios.

De la misma manera, a la gente no le gusta la ciencia, pues ella desafía creencias arraigadas, lo que contraría su sentido común, le desbarata sus doctrinas, le desmonta la perfección de los humanos como creación divina; y, ante todo les daña el negocio a los que se lucran con la ignorancia de las mayorías. En conclusión Filosofías y Religión se hayan estrechamente vinculadas en tanto contenido de la religión como tema principal de la reflexión filosófica; y la filosofía como fundamentación religiosa.

A partir de las discrepancias entre las dos tendencias, filosofía y religión, surge como una forma propicia el Agnosticismo, pues frente a la duda de lo que no se puede explicar no considera que pueda ejercerse el derecho a ser dueño de la verdad. Y por lo que concierne a la ciencia y a la vida práctica, el agnóstico es un materialista; pero se trata de un materialista que se muestra renuente a asumir su filosofía, y al mismo tiempo no quiere polemizar con los idealistas, ni tampoco enfrentarse a las religiones, y por ello, se trata de un “materialista avergonzado de serlo” o de un “religioso avergonzado de serlo”.

FREDDY PONCE




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[1]       Ateísmo: en un sentido amplio, es la no creencia en deidades u otros seres sobrenaturales
[2]       Summa Teológica
[3]     Prolegómenos Immanuel Kant Sarpe 1984 pág. 43 a 52
[4]     Posición de Marx sobre la Religión y la filosofía

[5]       Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana Por Federico Engels

[6]       Epistemología: rama de la filosofía que trata de los problemas filosóficos que rodean a la teoría del conocimiento.
[7]     Es considerado como uno de los dos o tres filósofos que más influyeron en las ideas de los más grandes pensadores del siglo XX? Sartre, Habermas, Foucault, Lacan y Derrida)
[8]       del griego a partícula negativa, y gnosis- conocimiento, que alude en este caso a la incapacidad de conocer
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