GUERRA
POR EL AGUA
Por: Freddy Ponce
Los cambios sociales, económicos y principalmente la
medicina durante el siglo XX, generaron que la población mundial se triplicara,
sin embargo el consumo de agua aumentó en el mismo periodo en 7 veces. Así para
los próximos 30 años, solo para cubrir las necesidades básicas se requerirá un
aumento del 80% en el suministro actual de agua. Sin que nadie pueda decir de
donde se obtendrá.
De otra parte el cambio climático y el incremento de
la población, sin duda son evidencia seria y clara respecto del destrozo que se
ha hecho y se sigue haciendo del planeta, por parte de las grandes industrias
que provocan la contaminación, sobretodo en el entorno de las grandes
poblaciones de ciudadanos pobres. La preocupación que sin duda existente no
pasa de ser una buena intención y la oportunidad de reunirse. pero que hasta
hoy de acción concreta no tiene nada.
En gran medida los países con grandes
concentraciones hídricas, se sienten privilegiados y por ello el ciudadano siente que el
derroche está garantizado.En general al industrial y al ciudadano común
le parece que el agua que consume se obtiene gratuitamente y que solo pagan por su
tratamiento para hacerla bebestible. Si bien en apariencia existe abundancia de
agua ello es absolutamente inexacto, el agua en las actuales circunstancias se
puede señalar en forma taxativa que no es un bien inagotable. Sin embargo la
creencia de que ella sobra ha conducido al hombre a derrocharla. Y se usa en
forma generosa, tanto en las faenas industriales sobretodo en la Gran Minería,
que requiere de ingentes cantidades de agua.
Hoy el agua es un bien cada vez más escaso, el que
debe ser cuidado y no malgastado, sobretodo en el nivel industrial que requiere
de grandes consumos del recurso hídrico, así como también en el consumo familiar existe
poca conciencia de la escasez y que se debe ser cuidadoso. Es por ello
necesario enfrentar el problema con claridad y con sentido de supervivencia y
por cierto lograr un cambio sustantivo en las costumbres empresariales y ciudadanas
respecto del consumo de tan vital elemento. Por cierto si no se hace nada hacia
los próximos años, una parte importante de la población mundial y
fundamentalmente la más humilde se enfrentará gravemente a la escasez de agua.
En fin a todos les debe quedar claro que el
principio básico y elemental, es que el agua no es un bien económico que
pertenezca a una persona, empresa, cuenca o país, sino que básicamente es un
patrimonio común de toda la humanidad, al que todo el mundo debe poder acceder con
el claro fin de cubrir las necesidades básicas.
En la perspectiva social, el agua se convertirá en el
mayor conflicto geopolítico del siglo XXI, en la medida que la demanda esperada
por el vital elemento crece exponencialmente y en los próximos 25 años alcanzara
niveles muy superiores al suministro, de este modo quienes posean agua serán el
blanco de los excesos de los que poseen la fuerza del capital o física para
expoliar a los habitantes de esas regiones. En esta medida el futuro es
incierto y las próximas décadas conducen irremediablemente a la guerra por el
agua.
El agua se considera en la actualidad como un
recurso económico de vital importancia para los países, y por ello debe ser
administrada racionalmente. Es necesaria la toma de conciencia de que existe
una importante disminución de este recurso en múltiples puntos, y por ello
también se ha constatado el crecimiento del coste de la energía. El problema se
agrava con la urbanización, y redes de carreteras, que impiden que el agua
impregne el suelo y se filtre hacia depósitos subterráneos lo que se traduce en
falta de lluvias, o bien en precipitaciones débiles.
Por lo tanto los países que tengan agua, deben
cuidarla para abastecer a sus habitantes, atender su economía, en esta medida
en el largo plazo es perverso que las grandes empresas mineras que explotan los
yacimientos en los países pobres utilicen grandes cantidades de agua donde
paradójicamente la gente sufre de sequía.
En el Chile, de hoy el agua se visibiliza como un
recurso que comienza a escasear y que por ende es cada vez más costoso de
acceder y suministrar. En términos corrientes el consumo doméstico de agua
corresponde al 14% del total de la demanda general de Chile, el cual aumentará
drásticamente en los próximos años, sino se cambian los hábitos y tecnologías
para hacer un uso más eficiente de ella.