LA ETICA ENERGETICA
UN RETO DEL SIGLO XXI
I INTRODUCCIÓN
El sector energético
en Chile, se encuentra controlado por grupos económicos que monopolizan el
recurso. La escasa participación de organismos técnicos del país, dependientes
del estado, no han sido capaces de ofrecer respuestas coherentes para evitar el
control de privados que usurpan el recurso de todos los chilenos, tampoco el
estado ha sido capaz de construir participación con todos los sectores
involucrados.
En esta medida el
ánimo debe ser evitar el enfrentamiento, entre las fuerza del gran capital
contra grupos ambientalistas, opuestos a su expansión, pero ello debe ser con
claridad y participación, con información fidedigna para los grupos
involucrados y con la activa participación del estado como ente regulador de
las necesidades reales del país.
El país requiere
generar una economía que de sustentabilidad a los recursos disponibles para la generación
de energía y por tanto que este en capacidad de ofrecer el desarrollo integral
de la sociedad, donde los recursos no renovables no sean abusados en su uso o que
en su defecto se utilicen formas dañinas al medio ambiente, para ello se
requiere la intervención y participación ciudadana junto a una estructura
técnica del estado, capaz de generar sustentabilidad para las comunidades
aledañas a los centros de generación eléctrica.
II DESARROLLO
El sector eléctrico
en Chile, está compuesto por las actividades de: Generación, Transmisión y Distribución
del suministro eléctrico. Sectores que en su totalidad se encuentran controlados
por grandes consorcios privados, en tanto que el Estado solo limita su acción a
ejercer funciones de regulación, fiscalización y planificación de las inversiones
tanto en la Generación como en la Transmisión y Distribución.
El sector eléctrico como
es hoy conocido tiene su inicio en la reforma económica de los años 80, en que
se llevó a cabo la enajenación de las empresas generadoras en un proceso de
venta de los activos estatales a los grandes consorcios, los que a través de
distintos medios económicos, han desarrollado un fuerte control económico sobre
las áreas de mayor concentración de los recursos hídricos en Chile, sin
considerar en ningún momento los peligros medioambientales causados derivados
de la construcción de megacentrales de generación eléctrica, los que afectan
fuertemente al hombre y a la naturaleza de los sectores involucrados.
2.1 DISTRIBUCION SECTOR
ELECTRICO
GENERACIÓN
Proceso tecnológico
destinado a transformar las fuentes energéticas primarias en energía eléctrica
transportable y utilizable en los centros de consumo.
TRANSMISIÓN
Transporte de la
energía desde los puntos de generación hasta los centros de consumo masivos,
considerándose para estos efectos como instalaciones de transmisión a todas las
líneas y subestaciones de transformación.
DISTRIBUCIÓN
Actividad destinada a
llevar la energía hacia los usuarios finales, comprendiéndose para ello a todas
las instalaciones, líneas y transformadores.
2.2 SISTEMAS DE DISTRIBUCIÓN
INDUSTRIAL
Comprende a los
grandes consumidores de energía eléctrica, tales como las industrias del acero,
químicas, petróleo, papel, etc.; que
generalmente reciben el suministro eléctrico en alta tensión.
COMERCIALES
Es un término
colectivo para sistemas de energía existentes dentro de grandes complejos
comerciales y municipales, tales como edificios de gran altura, bancos,
supermercados, escuelas, aeropuertos, hospitales, puertos, etc.
URBANA
Alimenta la
distribución de energía eléctrica a poblaciones y centros urbanos de gran consumo, pero con una densidad de cargas
pequeña. Son sistemas en los cuales es muy importante la adecuada selección en
los equipos y el dimensionamiento.
RURAL
Se encargan del
suministro eléctrico a zonas de menor densidad de cargas, por lo cual requiere
de soluciones especiales en cuanto a equipos y a tipos de red. Debido a las distancias
largas y las cargas pequeñas. En muchos casos se justifica económicamente, la
generación local, en una fase inicial, y sólo en una fase posterior, puede
resultar económica y práctica la interconexión para formar una red grande.
2.3 SUSTENTABILIDAD
La realidad socio-económica
del país muestra un escenario en que la economía dominante es aplicada desde
una visión estrictamente capitalista que busca absorber lo que se interponga y solo
desea acumular riqueza, se debe en esta medida repensar una dinámica económica más
humana y social sobre todo en un sector como el eléctrico en manos de empresas
expoliadoras del sistema.
En efecto para
construir comunidades sustentables en el tiempo, sin duda se requiere que para
el crecimiento industrial del país, se deba ampliar la matriz energética, pero para
ello los organismos técnicos y el mercado privado deben constituir una relación
cimentada en la unión de lo público, lo privado y la sociedad civil, como pilares
fundamentales para la construcción de una economía social estable y duradera en
el tiempo.
De modo que es
necesario abordar el problema energético integralmente, sin que para ello el
estado y la entidades privadas centren sus esfuerzos solo en la generación de
energía y, aunque obviamente esta cuestión es fundamental, el debate debe
incluir el cómo las comunidades logran hacer uso eficiente de los recursos hídricos
actuales, por lo cual es necesario fijar políticas de largo plazo sobre el
control del consumo energético.
En tanto ello la
matriz energética, debe atender a una lógica integral, que sintonice con el
desarrollo humano y sustentable de las comunidades, buscando la unión entre la
economía, los valores y la política, sensibilizados por la cuestión social que
a su vez sea capaz de independizarse de los costos asociados a la importación
de los combustibles fósiles. Entonces debe ser capaz de aprovechar las ventajas
de un país que ofrece inagotables fuentes de recursos renovables no
convencionales que no participan de la alteración del frágil equilibrio
ecológico del sistema.
La gran cantidad de formas
de fuentes energéticas, renovables no convencionales que Chile posee, tales
como la Micro-hídrica, Geotérmica, Solar (vapor, paneles fotovoltaicos), Eólica
Mareomotriz y Otras; permitirían ampliar la matriz energética y provocar independencia
en esta materia, a costos más bajos que los actuales y utilizando tecnologías
actualmente existentes a nivel mundial; ello evitaría el pensar que
generaciones venideras sufrirán una verdadera depredación medioambiental, con
el abuso del recurso hídrico en centrales Mega-hídrica, Mega-térmica (carbón,
petróleo, gas) y Atómica (mega por definición), que rompen los equilibrios
ecológicos locales.
Hoy día, el rol de
las instituciones tanto de gobierno como privadas debe ser el construir una economía
social que sea capaz de abordar los recursos actuales y los innovadores desde
una mirada más integral y no solo como un problema de equidad y justicia, sino
también desde la perspectiva de lograr la eficiencia social, en esta medida el
fijar políticas de largo plazo de uso más eficiente de los recursos, importara
fundar las vías de compromiso de las comunidades, evitando el abuso de los
recursos hídricos y la instalación de grandes generadoras eléctricas, las que
rompen los delicados equilibrios locales. Por otra parte la política energética,
debe de abordar el tema de la concentración económica del capital financiero,
pues a partir de ello se permite hacer uso de las influencias en diferentes
esferas, tanto político-gubernamentales, comunicacionales y sociales en general,
las que asumen tanto poder como les es posible para el control de las zonas de
recursos de los cuales se han apropiado.
La ausencia del
Estado, e incapacidad como productor energético, ha quedado supeditada a la de
ente vigilante del actuar de los organismos privados del sector. Las líneas
estratégicas trazadas por los gobiernos en el desarrollo del país, han jugado
un papel fundamental como subsidiario (Estado Subsidiario) para el sector
privado. El objetivo fundamental en el desarrollo sostenible, es la
erradicación de la pobreza el impulso del desarrollo humano, el cambio de los
patrones insostenibles de producción y consumo, la protección y gestión de
recursos naturales base del desarrollo económico y social.
Chile ha suscrito
convenios como el consenso de Washington, el que forma la base de las políticas
económicas dictadas por el FMI para A. Latina y los países subdesarrollados, el
desarrollo Industrial así como el comercio internacional han caído
necesariamente en una desregulación, lo cual se traduce en una ausencia del
Estado como organismo promotor y determinador del interés general, dejando esta
labor en las no tan invisibles manos de cuatro familias del país.
En este sentido es
necesario, contar primero con una nueva constitución, elaborada a partir de una
Asamblea Constituyente, para que en segundo lugar, se garantice y exija mayor
participación de la ciudadanía, como el verdadero ente vigilante de la labor
gubernamental, que garantice el cumplimiento de los objetivos trazados y de los
convenios suscritos.
2.4 UNA MIRADA ETICA
Desde la perspectiva
de desarrollo ético y social, las organizaciones dependientes del estado no han
logrado el intervenir el sector eléctrico con una mirada que ponga al centro de
las decisiones al hombre, el desarrollo del país sin duda es necesario sin
embargo ello debe ser un desarrollo integral que considera una mirada ética del
conjunto de la actividad de generación transmisión y distribución, entre otras
organizaciones que son parte del desarrollo integral, la masonería es con su participación
social y reconocida posición ética y referente moral quien puede ofrecer a la
sociedad, un proyecto de toma de conciencia de las condiciones sociales en que
se desarrolla el hombre. El norte es la construcción de una sociedad más
dinámica y abierta a las expresiones libertarias y democráticas deliberativas y
participativas donde la personas conozcan el por qué y naturaleza de los
proyectos en este caso los energéticos.
De modo que frente a
la discusión, sobre desarrollo de la energía, y desarrollo humano con calidad
de vida, la masonería está en condiciones de mostrar un camino necesario, lo
hace con su propio discurso, sobre el tema energético u otros temas ligados a
él, como lo son la dependencia económica o el calentamiento global, que
preocupan grandemente a la ciudadanía, y que deben ser parte de la continua
preocupación de la masonería por el medio social donde se desenvuelve.
Sin duda es este uno
de los pilares importantes en la reflexión masónica, tal como se ha señalado en
la CMI es que “Nada Nos es Ajeno”; valores, ética y moral de la nación y del
mundo y el otro pilar capital, es el laicismo o la laicidad; que a su vez será
el sustrato del discurso republicano, cuya opción determinante debe ser por los
derechos humanos, la democracia y la activa participación en los problemas
locales, como lo constituye el problema energético.
Es por ello cada vez
más necesario tener una clara posición respecto del impacto que causa las
progresión en el país de las grandes centrales hidroeléctricas y cuáles son las
alternativas limpias presentes para Chile
con una inmensidad de recursos existentes, más allá de que ello esté
matizado o recargado, en unas más que otras propiciando esa mentada democracia
participativa y deliberante en que todos los masones vibren por el conjunto de
la sociedad aportando a develar los conflictos de poder existentes.
La masonería como tal
define la ética como la "ciencia del comportamiento", medida en que
la plancha encara el fenómeno desde una postmodernidad, que asume una mirada
crítica, que establece, las prioridades para la construcción de una
"sociedad sustentable”, donde en la mirada masónica quede fuera todo
aquello que es efímero". Por tanto se requiere de establecer una
redefinición de la manera de ser en el mundo y el establecimiento de nuevos
códigos éticos de la sociedad. El intento es construir una ética encaminada a
fundar estructuras sociales basadas en el “Desarrollo Sostenible”, con el
hombre como centro del quehacer y de la discusión, que sostenga que la
distribución del ingreso sea equitativa, y se asuma el buen uso de los recursos
disponibles; entre otros la disposición de recursos hídricos, sin que provoquen
un daño al medioambiente, se evalué socialmente el daño provocado por las
grandes centrales, y examine la existencia explotación de seres humanos.
La Masonería invita a
construir una sociedad de individuos capaces de hacerse a sí mismos y
apropiarse de los valores éticos y morales. Su método se fundamenta en la
provocación de este encuentro con uno mismo, con su ser, que debe
necesariamente expresarse en términos de libertad y de autodeterminación.
La masonería tiene
vocación mundialista, y es evidente que seguirá trabajando en pos de la
instauración de valores transculturales, en que los protagonistas puedan
aceptar de partida, el ejercicio de mediación cultural, que lleve implícito la
revisión de las creencias más profundas y de los apriorismos más ocultos, y es
por tanto que la definición del problema energético está en la raíz de su
participación como organismo intermedios de participación social. Pues en sus
consideraciones más profundas la masonería, propone una concepción democrática
deliberativa en donde la participación del ciudadano se hace cada vez más
necesaria.
III CONCLUSIONES
La gestión de manejo
de la energía debe constituir el decisivo paso para el desarrollo de un país
como chile y salir del subdesarrollo y por tanto ofrecer la sustentabilidad del
entorno.
Chile, no cuenta con
una planificación energética que se traduzca en política energética de mediano
y largo plazo, elaborada desde la administración pública, y el gobierno ni
siquiera cuenta con instrumentos legales y/o regulatorios que le permitan
generar esta política o establecer ciertos lineamientos. Muy por el contrario,
hasta ahora han sido y de no mediar profundos cambios, seguirán siendo las
empresas quienes deciden cuánto, cuándo, cómo y dónde generar energía,
planteando los proyectos y tecnologías que consideren más convenientes.
En la práctica, los
chilenos son presos de las compañías generadoras. Los sucesivos gobiernos, no
han tenido voluntad política ni interés por hacer algo y cambiar este
escenario. El cuadro general se completa con una débil regulación ambiental y
una casi inexistente regulación específica, para las tecnologías vinculadas a
los distintos tipos de generación después de más de una década, se aprobó una
débil norma de emisiones al aire de centrales termoeléctricas, a lo que se suma
una nula capacidad de fiscalización de los organismos del Estado.
Por tanto es
necesario como primera medida “La diversificación de la matriz energética” lo
que resulta fundamental y se logra integrando: la eficiencia energética con las
todas las fuentes energéticas convencionales y no convencionales. En el logro
de este objetivo, el carbón 'limpio", la biomasa sustentable y las
centrales hidroeléctricas de menor tamaño jugarán un rol fundamental. El
mensaje es que no existe una solución única.
Una visión
propiamente masónica en su interacción con el mundo profano, propone el
construir una ética para la sustentabilidad, y por ello la elaboración de un
código de ética, que conduzca a la preservación de la vida fundamentado en la
libertad y plena realización de los seres humanos. Esta ética cuya expresión
masónica debe guiar el accionar político social en valores de la sociedad el
que esté presente las relaciones sociales y no se pueda eludir.
La distribución del
sistema eléctrico actual, debe ser construido como un complemento con la ética
individual y colectiva, de modo de armonizar la utilización del recurso con el
necesario desarrollo país y al mismo tiempo poner al ciudadano al centro de la
decisiones.
Se propone entonces
la toma de conciencia ciudadana, desde el estado hacia las personas para la
creación y la opción por una democracia participativa y deliberativa que
considere el sentido ético de la toma de decisiones, Democracia y Energía a los
intereses que orientan esa acción y a la forma misma como se toman decisiones.
Finalmente la
propuesta del estado a través de los medios técnicos de que dispone debe
priorizar y dar un impulso mucho más decidido a la implantación de sistemas de
alta eficiencia energética.