Es clara la necesidad de una reforma
tributaria, ante la necesidad de un mayor gasto fiscal, ello implica contar con
recursos adicionales para financiar un Chile más igualitario lo que requiere
una mayor recaudación.
Sin embargo el duro nivel
de debate político sobre el tema, no explica ni por el lado del gobierno ni por
la oposición de una manera clara los efectos de largo plazo, por un lado el
principal argumento de la oposición, sin demostración es que la reforma
afectara a las pymes, y por el lado del gobierno que el 1% de los más ricos
pagarán el 99% de la reforma.
Un somero análisis de la situación,
permite entender que la reforma no da solución total y definitiva a las grandes
brechas existentes, en esta medida se requiere una mayor recaudación que la
Nueva Mayoría no da solución, la requerida debió incluir otros aspectos como es
el de la renta presunta, subterfugio utilizado como medio a través del cual se
produce gran parte del engaño y no pago de tributos reales por parte de las
empresas por tanto se hace necesario dar una solución real a este tema.
Por otra parte en el tema
del FUT, requiere de inmediato regulaciones que eviten las salidas de capital
fuera del país los que nunca pagaran tributos.
En otra medida existen
impuestos que debieron tocarse, los que permiten menor discusión, como la
actual que enrarece el ambiente político, este es el caso del royalty minero
que aun permite un espacio, y otros impuestos similares que es necesario
regular.