EN
TORNO DE LA IDENTIDAD Y MASONERIA
Como parte de la comisión de docencia y en el ánimo
de dar una versión diferente al trabajo presentado por el Q.H.M. Felipe Mera, me
refiero a algunas consideraciones al tema de Identidad y Masonería y La
Construcción de un Templo Inmaterial.
En una primera aproximación es necesario señalar lo difícil
que es desconocer que uno de los mayores males que sufre la masonería, es el
poco conocimiento que sus miembros poseen respecto de ella misma, sobre todo en
relación a su naturaleza, historia y fines.
Al respecto es necesario precisar que la formación
docente, ética y social de la orden, no justifica la generación de una
identidad propia solo por la vitalidad y fuerza que da la tradición, sino que además
resulta de particular importancia la generación de una identidad masónica al contar
con un proyecto personal cuya identidad ética y moral sea recogida y aprehendida
de esta institución.
Por cierto en una definida orientación e identidad
masónica, los símbolos constituyen el gran y fundamental elemento docente,
creador de una identidad característica, que constituidos en dos símbolos
fundamentales como la escuadra (símbolo de la rectitud) y el compás (símbolo de
los límites con los que debe mantenerse cualquier masón respecto a los demás) sean
quizá los dos símbolos masónicos más conocidos.
Por otra parte como parte de la formación se dice que
la francmasonería se define a sí misma como una institución discreta, de
carácter iniciático, no religiosa, filantrópica, simbólica y filosófica y por
cierto fundada en el sentimiento de fraternidad como hilo conductor de la formación.
Ella tiene como objetivo la búsqueda de la verdad a través de la razón y fomentar
el desarrollo intelectual y moral del ser humano, además del progreso social.
En consecuencia elementos como la Tolerancia, Inteligencia
y Fraternidad, aportan al trabajo institucional, un desarrollo docente que
significa estudiar, aportar y discutir, para que cada uno pueda ir
perfeccionándose a pesar de las propias limitaciones de cada quien.
En acuerdo a ello la preparación recibida por los
masones en sus templos destaca también aspectos de participación en temas de
"Laicidad y Espacio Público", temas de importancia fundamental que
destacan la importancia de "Preservar la Laicidad del Estado y el Espacio
Público, manteniéndolo separado de las concepciones Filosóficas, Políticas o Religiosas".
Desde la visión de la Francmasonería el espacio
público debe ser "el lugar donde conviven las personas y donde se
construye ciudadanía". Por tanto, estos espacios "deben estar libres
de cualquier monopolización e interferencia arbitraria o intereses
particulares".
Por cierto No se trata de que la masonería sea un
partido político, pero sí de que contribuya a potenciar y dar fuerza a la
discusión de los temas públicos, donde uno de los ejes es lograr una mayor
participación de la masonería en los asuntos públicos del país, para contribuir
al mejoramiento social, fin último de la masonería.
Sin duda se puede entender que el espacio privado de
la conciencia individual, debe permanecer en libertad y en el colectivo debe
proporcionar las facilidades para desarrollar las actividades cualquiera sea la
opción elegida libremente.
Asi en el perfil de un masón que se destaque por una
identidad característica, se ha de considerar ser un hombre libre de dogmas,
tanto en su participación en las instituciones públicas como en las privadas.
En definitiva el trabajo para el que se prepara la
masonería, es identificar entre los ciudadanos aquellos problemas de índole
social y publica, para contribuir en la discusión de los temas públicos con su
opinión, que debe ser tolerante, balanceada y cuidadosa de los distintos puntos
de vista. Y debe ser capaz de responder con aquello que espera el hombre y la
mujer de Chile: hombres que de verdad contribuyan con inteligencia a mejorar
las cosas.
De este modo el destino e identidad de la masonería
es tratar de construir un mundo más feliz para el hombre y la mujer. La
masonería no es solamente para masones, sino para el resto de la sociedad de
modo de contribuir al mejoramiento social.
De esta manera la identidad construida por los
masones como herederos de los formadores de la republica a lo largo de su
historia, la sitúan como contribuyentes con sus miembros a erigir la
institucionalidad republicana, dando vida a muchas iniciativas de bien aportando,
en la medida de lo posible, a la construcción de una sociedad en que reine la
fraternidad y la tolerancia.
S.F.U.
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