CONTRIBUCIÓN
SOCIAL DEL COMPAÑERO MASÓN
Por
Freddy Ponce
INTRODUCCIÓN
La Masonería tiene el propósito fundamental contribuir
a mejorar moralmente a los individuos y por consecuencia a la sociedad. El
proceso de crecimiento se concibe, como la culminación de una larga gestación
de ideas humanistas, que buscan soluciones racionales para bien de la sociedad,
su fin es superar los conflictos religiosos, y políticos que se producen en la
comunidad. Por cierto en su origen la doctrina de la Orden presenta una clara
inquietud social: La Igualdad de Hombres y Mujeres, Defensa de los Valores y de
la Democracia, Capacidad para Transformar la Sociedad.
La O.·. prepara al masón, en un liderazgo
fortalecido por la enseñanza de valores y principios humanos, de modo que el
C.·.M.·. es conducido, desde el desbastado de una piedra bruta, en capacidad de
ser modelada, hasta las cinco gradas, en la construcción de una mítica Piedra
Cúbica Piramidal, en un eclecticismo constructivo, capaz de generar hombres
lideres para la sociedad, y en capacidad de ser un aporte constructivo de su
comunidad.
Al consultar los textos oficiales de la
Obediencia vienen a decir que:
"La masonería es la búsqueda de la verdad, el estudio de la moral
y la práctica de la solidaridad; ella trabaja por el progreso material, moral,
intelectual y por el desarrollo social de la humanidad”.
"La Francmasonería tiene como objetivo el perfeccionamiento de la
humanidad" "... los masones están trabajando para mejorar
constantemente la condición humana, tanto en lo espiritual... como en términos
de bienestar material". "...Establecer la justicia social, la
felicidad que sea posible alcanzar a cada individuo..."
A pesar de la perfección teórica, la filosofía de
la O.·. permite Preguntar...
¿Es suficiente el mensaje masónico que la
Institución, ofrece a la Sociedad Profana?
Más aún, ……..
El hombre, que intenta configurar la masonería;
¿Corresponde con la necesidad de la sociedad
actual?
En la masonería de hoy, un fenómeno cada vez más
frecuente es el de los "Hermanos del Club", que, en el fondo,
terminan siendo simples "consumidores de masonería", que buscan en
las logias un amigable lugar de reunión o una red de influencias. Estos de
hecho, ignoran el enfoque iniciático que implica, por una parte, la exigencia
del perfeccionamiento de uno mismo, y en segundo lugar, la generosidad de
corazón hacia la humanidad que descuidan por puro egoísmo. La calidad
intrínseca de la masonería —el camino iniciático—, que en una mala comprensión
del mismo llevaría al ensimismamiento simbolista y espiritual, es perfectamente
compatible con la acción social.
Por lo tanto, llegados a este punto se puede
preguntar
¿Para qué puede servir la masonería hoy? Cuestión
fundamental que muchos se han planteado en muchas ocasiones y, cada vez, se vuelve
a examinar el propio compromiso: ¿qué estamos haciendo aquí?
Desde el punto vista utilitarista y cuando el
rendimiento social no es la primera de las virtudes que se ve, no es fácil de
explicar a una esposa o a un amigo, el interés de una organización que no
muestra un programa específico, ni un objetivo cuantificado. Y es que el
público en general tiene dificultades para entender por qué las logias están
más centradas en el "clubismo" que en la acción social.
La voluntad común de los grandes humanistas, que
precedieron, era crear un espacio de aceptación del otro con su libertad de
conciencia, sin perjuicio para condenar lo que es diferente de uno mismo, y con
el fin de hacer una vida conjunta que reconciliara a los opuestos para el bien
común de todos. Era un compromiso ciudadano para conseguir la armonía social, trascendiendo
al propio individuo mediante la aceptación de la diferencia del otro que
anuncia la llegada de un nuevo espíritu de humanismo que se llamaba y se llama
"Tolerancia". El paso de lo personal a lo social es la búsqueda de
una sociedad más libre, igualitaria y solidaria que se plasma en el modelo
ético de la triple invocación de la masonería Libertad, Igualdad y Fraternidad.
En países de economía liberal, los gobiernos y
los partidos políticos tradicionales han demostrado ser incapaces de controlar
los retos invisibles de la globalización y se han convertido en "financistas"
de la crisis bancaria y empresarial, repercutiendo en la población mundial.
Por otro lado, existe un claro retroceso en la
Educación y la Formación. En Chile llevamos años de reformas educativas por los
distintos gobiernos de distintos colores y con excepción de asignaturas como
"Educación para la Ciudadanía", poco hemos avanzado.
Han proliferado las sectas religiosas que están
atrayendo cada vez más y más gente buena que buscan un camino de vida
espiritual que les tranquilice en un mañana... cayendo en esas redes que les
lleva a una fuerte carencia de estímulos, a la supresión y manipulación de las emociones
o a las alteraciones y problemas de tipo psicológico.
Ante todo, la masonería debe desempeñar el papel
de catalizador y coordinador de las energías creativas de los hombres y mujeres
que se basen en la razón, y que tengan el deseo de servir a la humanidad
ayudando a crear una sociedad mejor y más justa.
Se ha dicho que la masonería ayuda al desarrollo
de las personas, pero todas esas fuerzas dispersas individuales deben servir
como un centro de unión, manteniendo su libertad de conciencia, pero con el
deseo de ser útiles a la sociedad. Para ello, se debe garantizar un programa y unas
acciones con el fin de mejorar el orden social. A partir de la persona y su
experiencia se debe:
Llegar al nivel colectivo, donde se pueda influir
realmente en el rumbo que tome la sociedad, para conseguir una mayor dignidad
humana y una mejor protección del medio ambiente, evitando así ahogarse en la
niebla de un mundo globalizado, sujeto únicamente a los intereses financieros.
Los valores humanísticos de la masonería que expresaron
"Libertad - Igualdad -Fraternidad" es un lema que ha logrado, de
acuerdo con el sostenimiento de las órdenes masónicas, el desarrollo de la
humanidad en los últimos 250 años.
¿Hay una mejor definición, un mejor diseño del
humanismo que "¿Perfeccionar la humanidad, perfeccionar al hombre,
llevándolo hacia una mayor tolerancia y sabiduría?". Sin embargo, humanismo
no puede ser una reflexión filosófica; aunque sigue siendo necesaria esta
reflexión, debe ser antes que nada y siempre una acción. Esta expresión de la
sabiduría adquirida y continuamente mejorada por la confrontación y el
intercambio debe ser la meta de todo masón y soportar los compromisos sociales
y políticos.
Todos deben ser conscientes que se vive en un
mundo necesitado de ideas y de acciones con el fin de que se pueda progresar.
Algunas logias, y diría que pocas Obediencias, han creado asociaciones y en casos
excepcionales fundaciones, para ir un poco más allá ayudando a orfanatos,
hospitales, escuelas o creando fondos de solidaridad, becas de estudios,
integración de inmigrantes, ayudas para ir a la escuela en el tercer mundo o
creando incluso escuelas y otras acciones sociales más diversas como concursos
literarios. Es cierto, que la Masonería, no es una ONG, ni su método de trabajo
tiene nada que ver con ese tipo de organización, pero su objetivo está en el
fin último de muchas ONG's.
Entonces, si el propósito final de la masonería
es mejorar la vida de los ciudadanos, ¿por qué esta con mucha más presencia en
las acciones sociales, por la cantidad de miembros y su compromiso social, pero
en lo que permite nuestro tamaño debería hacer más o por lo menos dar señales
de los cambios que necesita la sociedad.
Esos cambios necesarios para la sociedad no se
pueden hacer si no se es consciente del lugar que ocupa el hombre en la tierra
y en el cosmos. Los Masones de hoy deben adaptarse a los desafíos y cambios del
mundo de hoy, ampliando el alcance de la humanidad a la sociedad en su estado actual.
El humanismo activo demuestra que la dignidad del hombre permanece en el
corazón de todo, la sociedad no será más justa y humana si no se hace nada para
evitar las divisiones actuales, por lo tanto, se debe ir más allá de la
persona, más allá del individuo compartiendo recursos, trabajo, educación y una
mejor distribución de la riqueza.
Se debe encontrar esa fuerza necesaria e
invisible en la herencia de la Masonería del s. XVIII y XIX. Entendiendo que la
sociedad de hoy ha cambiado, que son nuevos los paradigmas que impregnan el
pensamiento de la sociedad y que los masones de hoy deben ser consecuentes con
las nuevas voluntades del hombre de hoy.
No se debe despreciar como hacen algunos masones
actualmente, se debe hacer frente desde nuestra posición y con nuestros medios
a los desvíos que degradan el futuro de la humanidad, recuperando el estatus
original, recuperando ser de verdad una escuela de pensamiento y acción,
ofreciendo a cada masón el poder para que, actuando de acuerdo con su
conciencia, alcance la libertad de pensamiento. Esto podría ayudar a
emanciparnos de las cargas deshumanizadoras de la globalización de hoy, que
sacrifica a tantos miles de millones de hombres y mujeres a los que han enviado
a vivir por debajo del umbral de la pobreza, mientras que una pequeña
minoría se enriquece.
Se sabe que la Orden masónica en general no
interviene en lo que sus miembros puedan hacer en el amplio espectro de las
opciones políticas partidistas, el masón puede elegir una u otra, pero siempre
que no se opongan a los principios éticos y filosóficos de la Masonería, aunque
la sociedad profana no siempre lo entiende así.
Es evidente que los masones pueden tener la ideología
política que más le guste siempre que sea defensora de los derechos humanos y
de la democracia. Y aunque el poder político no es objetivo de la masonería, ni
el poder económico tampoco, no debe permitir que haya un abuso sistemático por
parte de minorías con poder contra las mayorías de la sociedad y es nuestro
deber denunciarlo públicamente, éste sería uno de los puntos fuertes de la
Orden.
Formar ciudadanos y construir una ciudadanía
universal, estas son las misiones en las que los hombres de progreso, un masón
por definición, deben ser responsables de construir en esta década y más allá.
La contribución de los masones en este trabajo tiene que ser ejemplar. Desde
esta perspectiva, tenemos que reconstruir nuestros pensamientos sobre varias
cuestiones que son fundamentales para el ejercicio de la ciudadanía: el papel y
la primacía de la POLITICA con mayúscula, nunca del partidismo político; la
aplicación de los Derechos y Deberes del Hombre; la impartición de una
formación a los ciudadanos reales imbuida, de normas humanistas que puedan hacer
evolucionar a la humanidad hacia el intercambio y la armonía.
Sobre estos temas; se podrá decir que la Orden
Masónica, es una institución selectiva, que elige hombres, entre quienes tienen
las capacidades éticas e intelectuales, y los prepara para que ellos participen
y aporten a la sociedad en que conviven. Una discusión sobre este aspecto, no
tiene validez, pues de acuerdo a los principios institucionales tradicionales,
es claro que esto constituye la razón fundamental, de la existencia de la
Francmasonería.
Sin embargo; un conflicto social marca a la
institución actual, conflicto que tiene que ver con posiciones regresivas
presentes en la sociedad y por tanto también en los hombres de la masonería,
tema referido a las características elitistas de la O.·., lo que provoca una
segregación económica, que señala la exclusión en la O.·., de un contingente de
obreros y juventudes intelectuales de nuestro tiempo, lo que claramente es
contrario, al principio humanista que propugna la O.·. al señalar la
participación en la Masonería; de todos los hombres sin distinciones de ninguna
especie. No es menos cierto, que la institución masónica sostiene su accionar a
través de los aportes económicos de sus miembros, lo que constituye una
importante y significativa vía de crecimiento. Sin embargo; la falta de obreros
y juventudes, niega toda posibilidad al rico debate y desarrollo, desde una
visión distinta a la del profesional formado, que participa en la institución.
Por otro lado; un aspecto de gran preocupación
actual, lo constituye la fuerte disminución, en los últimos años de profesores
en la masonería, cuyos bajos ingresos señalan una limitación autoimpuesta al
ingreso de estamentos por su condición socioeconómica. En este sentido; es
válido preguntarse; ¿Cuántos profesores, integran hoy la logia Hiram? Y
¿Cuántos ingresan a ella o a la Institución anualmente?, más aún ¿Cuántos han
debido retirarse por la falta de medios económicos? .....
A partir de estos elementos críticos, se señala
que la misión, de un C.·. debe ser el provocar al interior de la Masonería,
cambios en Paradigmas Obsoletos. No solo él integrarse a corrientes y
posiciones políticas, sustentadas por partidos políticos, lo que no constituye
en sí mismo la solución necesaria. Se necesita entender la solidaridad, desde
una visión de perspectiva, en que por un lado jóvenes y obreros con la
suficiente capacidad, para ingresar a la O.·., y por el otro los profesionales
actuales de la O.·., puedan desarrollarse en la concepción masónica, lo que en
definitiva constituye un aporte a la causa humanista de la Francmasonería. Por
tanto; la crítica debe ser también, misión del C.·.M.·. tal que permita
despertar tanto en los MM.·. como en la institución, el sentido de construcción
de la sociedad en que participan. La entrega y aceptación a la burguesía de
posiciones regresivas al interior de la O.·. conduce irremediablemente a
consolidar posiciones en definitiva no pregonadas por la masonería.
Por tanto; cabe plantearse la necesidad de una
reflexión, en torno de estos temas y particularmente si la masonería en sus
aspectos formales y económicos será capaz, de renovar las viejas estructuras,
que permitan abandonar la simple aceptación de estas posiciones regresivas
generando los espacios que aúnen criterios, en cuanto a asegurar la existencia
de nuevos HH.·. cuyo origen provenga de estos grupos socioeconómicos,
permitiendo a su vez ampliar la base de sustentación social de la orden.
Con toda probabilidad; estas ideas no sean del
todo compartidas, por algunos HH.·., no obstante, es necesaria la reflexión,
que haga meditar, sobre el propósito futuro de la masonería y como debe ser
entendida.
Por último, teniendo en cuenta las experiencias
habidas, es necesario en nuestra sociedad un proyecto de reforma educativa en
la formación de jóvenes, sin intereses partidistas y sin intereses utilitaristas
que nos han llevado a hacer desaparecer del mundo académico el pensamiento
filosófico en pos de materias exclusivamente prácticas. Esto va bien para los
intereses de una sociedad mercantilista, pero evita que las personas piensen.
La masonería ya ha demostrado en varias ocasiones a lo largo de la historia que
es una gran escuela de pensamiento, cuya enseñanza y práctica ayuda a
emanciparse de una educación constreñida, a entender mejor el funcionamiento de
la sociedad moderna y a tratar de comprender los problemas reales con el fin de
humanizar las relaciones sociales por su "acción exterior". Las
enseñanzas recibidas en un sistema que incluya el pensamiento y acción
humanista podrían servir para todos los hombres y mujeres que en un futuro se convertirán
en tomadores de decisiones a todos los niveles de la sociedad, con el objetivo
final de rehabilitar y preservar la dignidad del hombre plantando cara a la
globalización aterradora de principios del siglo XXI, que nos ha llevado a
la crisis actual.
De esta manera, la Francmasonería podría reclamar
a través de su ética humanista, el lugar que había ocupado en la inspiración
educativa de los movimientos, corno fue la Institución Libre de Enseñanza o la
Escuela Moderna, sistemas educativos que al día de hoy no han sido superados
por ninguna de las reformas de la Ley de Enseñanza.
No basta con mantener la fe en el desarrollo y el
progreso material de la humanidad, corno hacen muchos masones. El progreso sólo
tiene sentido si está involucrado en la liberación del individuo en relación
con las preocupaciones materiales, dificultades vitales y la pobreza,
respetando sus derechos y dignidad. El progreso no siempre es necesariamente
mejor, a veces es difícil saber si un descubrimiento tildado de innovador hace
que avance la humanidad. Por lo tanto, debemos estar siempre alerta a cualquier
cosa que abre nuevos caminos y origina fuertes cambios que afectan tanto a las
ciencias, a patrones de pensamiento y a comportamientos.
El estado actual del mundo, la modernidad de
principios del siglo XXI obliga a los masones a invertir en el pensamiento y la
acción social. El futuro de la humanidad depende de las respuestas, los nuevos
descubrimientos pueden ser propuestos y aceptados por la mayoría, aunque no
deben cegarnos porque puede ser poco conocido su contenido, alcance, prácticas
y consecuencias a veces negativas. Tenemos buenos ejemplos en el crecimiento de
la población y la protección del medioambiente, que pertenecen a una y otras
filosofías de la vida, fuertemente antagónicas. ¿No es la ecología, a veces,
peligrosa e inconsistente? ¿La mayoría de los problemas reales del medio
ambiente no son el resultado directo de la explosión demográfica? Se estaría
cometiendo un error irreparable pensando que los problemas demográficos y ecológicos
se resolverán solos.
SÍNTESIS
CONCLUSIVA
Por cierto la reflexión es factible, en primer
lugar, porque señala que el 2º grado, el de Compañero, es el grado masónico por
excelencia. Su filosofía lleva impreso el sello de la búsqueda incesante de la verdad,
en un camino de cinco gradas que conduce a la claridad de la luz del
conocimiento. El C.·. debe ser capaz de ofrecer a la sociedad en que convive,
su liderazgo y actuar con empeño personal, para el logro de la felicidad
humana, alcanzada en la responsabilidad del grado. Sobre este punto es
necesario aclarar que el liderazgo de que se trata, es moral y positivo,
conducente a establecer una educación ética, en que las normas morales del
comportamiento social, logran un mejor ser humano, constituyendo una sociedad
más digna de llamarse humana.
Desde otro punto de vista; en la tan singular
filosofía del Compañero, es posible de advertir en tanto; Acción Masónica, una
filosofía operativa de aplicación moral de su doctrina. En efecto, comienza la
vida extramural del masón del 2º grado, pues se encuentra en condiciones de
intervenir en el mundo, en concordancia con el grado de conocimientos
alcanzados y con la exigencia laboral de participar en la vida social. En
tanto; la sociología en general y la sociología del trabajo en particular serán
los elementos instrumentales que ampliarán el horizonte cognitivo del C.·.
quien tendrá que “Vivir para Trabajar” y para ser conductor y modelador de los
hombres y la sociedad.
Asimismo, importa enfatizar que la masonería no
puede ni debe constituirse en una sociedad cerrada, muy por el contrario debe
romper el abismo con su entorno permitiendo que su estructura diversa se
incorpore a la participación activa tanto en su carácter intramuros como
extramuros, constituyendo de este modo una misión más del Compañero masón
Una mirada retrospectiva al futuro presenta
grandes desafíos ¿qué seremos capaces de hacer, como masones, para enfrentamos
a esos futuros desafíos que presenta la sociedad actual y sobre todo que
podemos hacer en el país?
Los desafíos de ayer que venían determinados por
diversas condiciones sociales y geográficas han quedado difusos frente a los
resultados que se van obteniendo de la globalización, sobre todo expuestos en
la transculturización y en la dependencia económica.
Lo cierto es que hay algo en que muchos
sociólogos, politólogos y otros analistas coinciden que el debate del futuro se
centrará en los "valores", nosotros tenemos mucho que decir. Llevamos
250 años basándonos en los valores, pero en valores de progreso y de dignidad
humana. Debemos seguir en ese mismo camino y tratar de sacar de la marginalidad
cultural y social a las personas que han caído a causa de ese proceso de
re-oligarquización que se está produciendo a nivel mundial. Actualmente existe
una tendencia involucionista que opta por copar todas las instancias políticas,
económicas y culturales desarrolladas por los medios más conservadores de
nuestra sociedad.
Y como dicen en la Gran Logia de Chile:
"En un mundo que margina cada vez más a los
marginados, que se vuelve más drástico en las diferencias sociales y entre las
naciones ricas y pobres, donde los conflictos por cuestiones de conciencia
pueden volverse tan dramáticos que solo puedan resolverse por la violencia, sin
duda, hay muchas tareas que enfrentar, a fin de hacer posible que el Hombre
encuentre la luz que le permita su emancipación espiritual y material, en
libertad, igualdad y fraternidad".
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