REFLEXIÓN ACERCA DE LA VERDAD
Por Freddy Ponce
El hombre desde
siempre ha deseado conocer la esencia y dimensión de la naturaleza de la vida.
Y por tanto construye una verdad que se funda en la comprensión e
interpretación de todas aquellas cosas que constituyen el pensamiento humano,
en su trato con el mundo o medio circundante.
Desde una
perspectiva filosófico-histórica, la búsqueda de La Verdad, constituye una
temática reflexiva que conlleva un debate Critico-Ético que lo lleva a
investigar y proponer respuestas acerca de la esencia y existencia humana.
Por cierto la
reflexión y debate crítico, ha existido desde siempre, aún cuando es sin duda
en el renacimiento cuando se expresa de mejor manera (época de esplendor). En
una discusión Ontológica y Antropológica, los sentidos establecen una
circunstancia cognitiva, según la cual La Verdad: ¡Es La Verdad! y no Otra
Cosa; Como ¡la No Verdad!.
En la misma
perspectiva de la discusión en la columna se estima que: Las ciencias son
capaces de generar verdades, pero al mismo tiempo su posición es investigar y
producir verdades sin un carácter de absolutas y/o universales, sino que por el
contrario su fin consiste en delimitar las condiciones de validez de ciertos
enunciados que pueden ser calificados de verdaderos.
Desde la visión
del masón La Verdad, constituye algo personal e íntimo o superior y
trascendente y por ello la referencia es frecuente en planchas e
intervenciones, que buscan responder preguntas como ¿Existe La Verdad?.
Y por cierto, la
búsqueda de La Verdad, constituye un proceso individual, aunque en la misma
medida su reflexión la realiza colectivamente, reconociendo que en el
transcurso utiliza herramientas propias del proceso constructivo, mediante las
cuales se abre caminos para avanzar en los conocimientos simbólicos de un
templo interior. En esta medida las opiniones y creencias constituyen el insumo
necesario para la reflexión crítica, autónoma, meliorista y constructivista. De
modo que situados en un contexto de validez, se puede precisar que la
institución en esencia responde a un cierto ideal del conocimiento humano, a
través de un humanismo espiritual meliorísta y excelsiorista, cuya acción
transcurre en un optimismo centrado en el hombre y la construcción de él, y en
camino hacia una auténtica búsqueda filosófica de La Verdad del Hombre.
Finalmente es
necesario agregar que para buscar la Verdad y alcanzarla, es necesario el deseo
de poseerla, es decir, que el iniciado tenga la fuerza suficiente para sostener
las herramientas, con la energía necesaria, y fuera del camino usual, pero
adentro y por encima de los sentidos, que conduzca gradualmente a llevar los
pasos desde el Occidente hacia el Oriente.
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