ARTE REAL
Por Freddy
Ponce
A todos le es conocida la tesis de que la Orden tuvo su origen entre otros en los antiguos constructores de catedrales, quienes transmitían sus conocimientos por medio de símbolos, enseñanzas y palabras que, siendo consideradas secretas, les permitían mantener todos sus conocimientos intactos y solo en manos de algunos pocos iniciados. Este simbolismo ha sido adoptado por la Orden para convertirlo en su propio lenguaje y el método esencial de enseñanza y comunicación.
En esta medida el simbolismo constituye el perfecto intermediario entre dos realidades en las que vive cada persona. Una perceptible y por ello conocida para todos; y la otra desconocida y menos perceptible, en la cual el símbolo es el vehículo que posibilita el entendimiento que genera el conocimiento espiritual, cognitivo o de alguna otra naturaleza. De esta manera se aprende simbólicamente que constituye la participación activa de cada uno; mediante procesos mentales que unen la información acumulada con la recibida a través del símbolo, para crear una nueva realidad, y por tanto a partir de ahí el progreso individual.
La construcción de catedrales, constituye como se ha dicho un arte real, la que adoptada por la masonería construye un arte constructivista y espiritual en el que se unen las dos realidades una interna en el espíritu de cada masón y otra exterior. La masonería a la que se ha dado en llamar especulativa, es de este modo la directa heredera de aquellos constructores de la masonería operativa,
En efecto, hoy se sigue utilizando la expresión "arte real" para designar los trabajos de los modernos masones que construyen simbólicamente usando el ARTE REAL, el que permite un trabajo simbólico y ritualístico que conduce a la edificación de un templo universal, el cual considera como un principio espiritual la figura del GADU el que dirige y orienta sus trabajos, y cuya influencia es transmitida por medio del ritual de la iniciación.
Como se ha
señalado la construcción es al mismo tiempo interior y exterior. Es interior
toda vez que el masón constituye en sí mismo un templo construido con sus
propias herramientas en que se manifiesta su propia identidad espiritual; es también
exterior en la medida de que él es una más de las piedras de un templo que
levanta junto a sus hermanos de logia.
En otras palabras, con el arte real se construye una Masonería filosófica, que aplica las mismas reglas de la construcción del Templo o Edificio Espiritual, cuyo fundamento exige de sus operarios un doble esfuerzo: la construcción personal en los terrenos de su propio "Yo interno" y la construcción externa en los escenarios de la sociedad, de la comunidad, estructurados sobre la base de los Principios Masónicos: Como la tolerancia, El reconocimiento de la igualdad del ser humano y la posibilidad de acceder a esquemas que la garanticen, la libertad, la fraternidad sin distinción de credos, ideologías, razas, clases y orígenes sociales.
De esta manera se realiza, el Arte Real, trabajando sobre la "piedra bruta", es decir sobre el individuo, desbastando, puliendo y escuadrando la piedra hasta transformarla en "piedra cúbica de la Maestría", gracias a las reglas tradicionales del "Arte Real".
EL ARTE Y LOS SIMBOLOS FUNDAMENTALES
A las puertas
del templo profano, al término de la ceremonia de aprendiz; es ahí que él se
encuentra en un estado precario, totalmente enceguecido por la luz que le
irradia la orden, sin embargo ella lo invita a usar los símbolos y practicar el
ARTE REAL.
El aprendiz como un recién nacido dice estoy en condiciones de precariedad para tallar la piedra o manejar el fuego de la obra: Un golpe muy fuerte puede romper la piedra; si se calienta mucho se quema la cocción; y si es muy débil la fuerza aplicada no se desbasta la piedra o no se cuece nada. Se ha de ser constante, pues con mucha rapidez se fatiga y comete errores, y con mucha lentitud, se hace indolente para obtener el Conocimiento.
De este modo,
se pone al Aprendiz en un camino en que el ARTE REAL" como forma simbólica se
expresa en su trabajo, el cual a su vez se comprende por medio del
simbolismo de la piedra bruta, la que el aprendiz debe desbastar "a fin de
despojarla de sus asperezas y acercarla gradualmente a una forma en consonancia
con su destino" Así, desbastar la Piedra es una manera masónica de decir
que el aprendiz de Masón trabaja sobre sí mismo para despojarse de los
prejuicios, vanidades superfluidades y del mundo ilusorio que el hombre aprende
en el mundo profano.
CONCLUSIONES
El arte real y
los símbolos fundamentales del grado permitirán al aprendiz emprender una
aventura asombrosa, un viaje al interior de sí mismo, con el fin transmutar sus
metales o construir su templo interior, con la ayuda del Hermano Segundo
Vigilante, que le indica cómo hacerlo. En qué dirección y sentido, primero
horizontal y luego vertical, hacia lo alto, esto es, de las tinieblas a la luz,
del caos al orden, de la potencia al acto, de manera simbólica y en todos los
ámbitos de la vida y la cotidianidad personal; esto no debe entenderse nunca de
manera literal, de una forma lineal, sino que se trata más bien de vivir al
ritmo del compás cósmico del cual somos parte al venir, como los antiguos, a
trabajar en LOGIA.
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