miércoles, junio 06, 2018

Solsticio de Invierno


SOLSTICIO DE INVIERNO

La celebración de las fiestas solsticiales data desde épocas muy remotas, en la antigüedad los solsticios y equinoccios fueron llamados en lenguaje metafórico: Las puertas de los cielos; las que fueron celebradas desde el año 2800 a.d.c. Por los Druidas en el monumento más antiguo dedicado al sol; el de Stone-Henge, los Egipcios lo consideraron, al orientar la construcción de sus pirámides, para permitir que; durante los solsticios la luz de sus dios Ra, representado por el sol, pasara a través de las ventanas ocultas para iluminar al sarcófago del faraón.

La historia señala que las antiguas culturas poseían un particular respeto y dedicación por la astronomía y de manera especial por el Sol, a cuyo estudio y ofrenda dedicaron sus templos. Así, se les daba a los Solsticios una especial atención, dado que son precisamente los momentos del año cuando el sol llega a sus puntos más lejanos de oscilación entre los hemisferios Sur y Norte.

La palabra Solsticio procede del latín “SOLSTITIUM”, y su significado es "SOL QUIETO", (del latín sol y sístere: permanecer quieto), que corresponde al instante en que la posición del Sol en el cielo se encuentra a la mayor o menor distancia angular positiva o negativa del ecuador celeste o mayor o menor altura aparente en el cielo, y por tanto, cuando la duración del día o de la noche son las máximas del año respectivamente.

En astronomía, Solsticio, es un evento astronómico en que el Sol alcanza su máxima declinación Norte (+23º 27’) o Sur (−23º 27’) respecto al ecuador terrestre[1], fenómeno que ocurre dos veces en el año, la primera alrededor del 21 de junio denominada Solsticio de Invierno y la segunda alrededor del 21 de diciembre Solsticio de Verano.

Aproximadamente entre el 21 a 22 de junio se produce en el Hemisferio Sur, el Solsticio de Invierno, en que se celebra la muerte y renacimiento del sol (Sol Invictus[2]), muerte necesaria para crecer y liberarse de las viejas ataduras, en un proceso de vida y expresión de la unidad muerte-vida. Es el momento en que la naturaleza venera enlutada a la luz, que es la fuente de la vida, en la misma muerte yace la semilla del espíritu que florecerá en primavera culminando en el esplendor del Solsticio de Verano. Se produce entonces el día más corto y la noche más larga del año, el sol se encuentra en el punto más alejado del hemisferio. La tradición indicaba que durante el momento de máxima oscuridad del año solar, se celebraba el retorno e inicio de un nuevo ciclo, que honraba al Sol y su renacimiento.

Se debe señalar que los Solsticios, no se producen en el mismo día y hora, pues la tierra no tarda exactamente 365 días en su vuelta al sol, sino que 365,2425 días. La desviación es corregida en parte por los años bisiestos, a pesar de ello existe diferencias horarias que lo hacen saltar en ocasiones un día.

SOLSTICIOS EN LOS PUEBLOS ORIGINARIOS
Se debe destacar que los pueblos originarios y culturas ancestrales honraban estas fechas con celebraciones y rituales que hasta el día de hoy se recuerdan y celebran.

CELEBRACIÓN DEL PUEBLO MAPUCHE
Los mapuches en la observación de los ciclos de la naturaleza crearon su propio calendario, basado en 13 lunas y cuatro estaciones del año. Celebran el We Tripantu, fiesta de alegría, que es una verdadera fiesta con la naturaleza. En mapudungún significa nueva salida del sol y la luna. Pensaban que en este nuevo periodo la tierra comienza a limpiarse con el agua que envía Ngenechén (Dios) a través del Ngenko o espíritu del agua, provocando un nuevo ciclo, que implicaba el término del ciclo anterior.

CELEBRACIÓN DE LOS PUEBLOS ANDINOS
En el Solsticio de Invierno el imperio Inca, celebraba la fiesta del Inti Raymi o Fiesta del Sol. Se celebraba con ocasión del Solsticio de Invierno el año nuevo solar, para un pueblo cuyo principal objeto de culto era el dios Inti (Sol). La importancia religiosa, social y política era tal, que la fiesta se extendió en todo el Tahuantisuyo[3]. Era la Ceremonia de la noche de víspera del Solsticio de Invierno, en que se apagaban los fuegos en toda la extensión del enorme imperio inca, en Tahuantisuyo, y Cusco, en la gran plaza Huacaypata. El Inca, con ayuda de los Sacerdotes “inducía” al dios Inti justamente cuando llegaba al punto máximo de su lejanía y comenzaba su aproximación al Cusco, con el favor de sus rayos, para fecundar la tierra y procurar el bienestar de los hijos del imperio del Tahuantisuyo.

Los Mayas celebraron los solsticios a través de sacrificios humanos o juegos de pelota en las pirámides truncadas de la ciudad de Chichen Itzá, como en las ciudades de: Palenque, Quiragua,  Kopán y Tikal, cuyas ruinas aún permanecen ocultas por la selva.

CELEBRACIÓN DE LOS CELTAS, GERMANOS Y ESCANDINAVOS
Tradicionalmente la fiesta se celebraba para convocar el retorno de la luz y la esperanza contra el mundo oscuro. Los antiguos la llamaban Yule, cuyas tradiciones han sido adoptadas por el cristianismo en fiestas navideñas. Era costumbre adornar las casas con hiedra, y poner guirnaldas, de protección de visitas indeseadas. Los colores empleados eran el rojo, símbolo del nacimiento, y el verde, símbolo de la tierra, que consideraba que al empezar los días más largos, verdaderamente resurgía la vida en la tierra.

De los celtas se ha heredado el árbol de navidad, cuyo origen era un tronco de árbol que se quemaba la noche del Solsticio, en festejo del renacimiento del sol y atraer la prosperidad. La costumbre se remonta a Egipto, en el 5.000 A.c. al festejar el nacimiento de Horus, su Rey sol, que era representado como un niño de cabellos dorados en un pesebre con un disco solar sobre él. En estas fechas, las estrellas del cinturón de Orión se alinean con la brillante Sirio y el Sol[4][5]. De donde probablemente surge la historia de los tres Reyes Magos que siguen a la estrella de Belén hacia Cristo, representado por el Sol.

SOLSTICIOS EN MASONERÍA
Para la masonería, existe paralelismo entre los Solsticios y la tradición iniciática, entendiéndola como un camino en constante movimiento. Así los Solsticios en Masonería, señalan que es la época en que el Sol entra en los signos de Cáncer y Capricornio, para alcanzar su máxima declinación septentrional y meridional. Las Fiestas Solsticiales tienen lugar en los Solsticios de Verano e invierno, y dedicadas las primeras al Reconocimiento, y Esperanza y las segundas designadas como Fiestas de San Juan.

Desde sus inicios la Francmasonería ha adoptado leyendas que responden al mito solar, módelo a escala del Universo. Del mismo modo que el mito de Jano erigido por las tradiciones gnósticas e iniciáticas más remotas, el que próspera como un símbolo alrededor del cual gira la estructura simbólica masónica. En Roma, los Solsticios se dedicaban al Dios JANO, representativo del Sol, el nombre de Juan viene derivado de Janus, que significa:  Dios de las puertas, a quien se invocaba al salir de las ciudades, de los templos, de las casas, o al iniciar un viaje, siendo esta la divinidad que presidía todos los comienzos, la primera hora del día, el primer día del mes, el primer mes del año; y de ahí viene el nombre Jannuarius que significa Enero que es el mes que precede todos los años. Y que presidía, las iniciaciones (en latín INITIUM, INITIARE) y en particular el ingreso del Sol en los hemisferios celestes. JANO representa el ideal iniciático, simboliza, la puerta de entrada a la verdadera iniciación e indica porque en la Masonería los viejos usos y costumbres son Piedra Fundamental del desarrollo de toda su actividad.

PALABRAS FINALES
Para las religiones antiguas, el Sol era el símbolo de la personalidad, que concierne al gran héroe que atraviesa por todo tipo de peripecias en su viaje anual, incluyendo el descenso al inframundo, que marca el triunfo de la luz y prueba de la inmortalidad y regeneración de la vida.

Se ha dicho que los pueblos antiguos realizaban ritos, que vivificaban los mitos para traer al presente el tiempo perdido, en que la tierra se regía por las leyes del cielo. Ellos los sacralizaron y representaron de forma física a través de templos y ciudades, los que guardaban armonía con los puntos cardinales y con las estaciones, aspectos que la masonería ha tomado en cuenta al momento de construir sus templos.

Finalmente para la masonería el Solsticio de Invierno, metafísicamente simboliza el triunfo de la luz sobre la oscuridad, y el renacer a una nueva vida. De manera que representa la Iniciación del Aprendiz; la muerte a la vida profana y el renacer a una vida de iluminación. El Solsticio de Invierno, es entonces el punto de mayor relevancia dentro del orden cósmico, al interior del Templo. En un sentido particular, le da sentido a la Logia (Luz y Esperanza), pues corresponde con una época de frio, carencia y hambruna espiritual, que le otorga esperanzas al iniciado en su camino de comprensión de los misterios de la Masonería.


Freddy Ponce

Bibliografía
1.       Navidad y su simbolismo a la luz de la iniciación. Carlos Flores Herrera.
2.       Diccionario de ciencias ocultas. Espasa, Siglo XXI.
3.       Glosario. H. P. Blavatsky. Editorial Glem.
4.       Diccionario enciclopédico de la masonería. Kier.




[1]        El Ecuador es el plano perpendicular al eje de rotación del planeta que pasa por su centro, divide la superficie en dos hemisferios.
[2]        Sol Invictus ("sol invicto") o en forma completa, Deus Sol Invictus ("el invencible Dios Sol" en latín).
[3]       Imperio Prehispánico de los Incas
[4]        Sirio es la estrella más brillante del cielo en el hemisferio norte terrestre, aunque esté en el hemisferio sur celeste.
[5]        Al centro de la constelación de Orión se encuentran tres astros. Las estrellas se llaman Mintaka, Alnitak y Alnilam, conocidas como las tres Marías, los tres Reyes Magos o cinturón de Orión, forman una alineación ligeramente inclinada que refleja la posición de las tres grandes pirámides de Giza en Egipto.

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