sábado, marzo 26, 2016

RECTITUD Y RAZON

 SOBRE LA RECTITUD Y LA RAZÓN

Por Freddy Ponce

INTRODUCCIÓN

La visión clásica en la perspectiva de la filosofía, permite abordar el tema de la rectitud y la razón, como si ambos conceptos fueren traducidos a simples normas de moralidad y comportamiento. Los que pueden ser definidos a partir de las ideas imperantes:

En primer lugar se propone aceptar ambos principios como una forma de sensibilidad moral, cuya condición objetiva, requiere de comparar cada uno de los actos humanos con una norma social establecida, y por tanto constituyen en esa medida reglas o medidas capaces de poner de manifiesto la condición objetiva y aceptable del concepto dentro de esa especifica norma.

Del mismo modo se propone el aceptar que cada principio valórico es o sera complementario de los actos humanos, en busca de la consecución de un fin último: si ese fin es la meta hacia la que se ordenan los actos, la norma será el cauce para regular los actos que se realizan, y por tanto corroboran la orientación última de cada acto.

De esta manera queda establecida la existencia de normas que regulan los actos y por tanto a partir de ellos mismos se pueden aceptar las definiciones que las diversas bibliográficas proponen sobre cada concepto: a saber:

RECTITUD
Se reconoce como una palabra que impone la cualidad de una persona o cosa reconocida como recta y justa, y por tanto es una condición de integridad y severidad del actuar, por ello suele vinculársele en el sentido moral a una condición de cualidad en aquello que es recto en su forma y fondo, en temas de justicia equidad, honradez, integridad e imparcialidad.

Y por cierto la rectitud, es entonces una cualidad humana, que solo puede ser ostentada por algunas personas cuyos actos comprenden la norma de conducta, y por tanto se puede decir que es propia de todos quienes se expresan con sinceridad y coherencia observando y respetando los valores propios de la sociedad como la justicia y la verdad, y por ello quienes poseen estos valores son respetados por el resto de la comunidad.


RAZÓN

La palabra se refiere a la capacidad de la mente humana en el sentido de establecer relaciones entre ideas y conceptos y a partir de ahí obtener conclusiones o formar juicios validados por la condición de acierto, verdad o justicia en lo que una persona dice o hace.

De este modo, la razón constituye un instrumento del hombre, utilizado para llegar a la verdad y por tanto para ejercerla y desarrollarla, constituyendo por ello la facultad humana que debe abarcar el conjunto del mundo ante el cual se encuentra el hombre.

Estos aspectos conforman un proceso constructivo de una transformación meliorista del hombre que le permite alcanzar un grado de perfeccionamiento y aceptación de la norma establecida en la comunidad. Y tal como se integran a la sociedad con los nuevos instrumentos de la Razón y Rectitud, así este hombre utiliza en la sociedad las herramientas de la razón, que sirven para provocar la toma de conciencia del individuo en su condición de ciudadano.

DESARROLLO
El hombre como tal es un ser social cuyo objeto esencial es la participación en comunidad y por tanto el estudio de las normas y el comportamientos de la sociedad, así sus meditaciones, pueden dirigirse sobre las definiciones clásicas, que representan al hombre como un animal racional (homo Sapiens).

El desarrollo humano comprende el precepto Socrático de “Conócete a ti mismo” de los iniciados helenos, para alcanzar el grado de conciencia y la razón que permite el uso adecuado de las herramientas. La respuesta, debe por cierto ser individual para que sea individualmente satisfactoria, desprendiéndose para ello de los diferentes dogmas y creencias, positivos o negativos, por los cuales las religiones y ciencias profanas suelen adormecer las conciencias.

El hombre en su caminar encontrara la senda que lo lleve, ojala definitivamente, al positivo reinado de la razón, ya que es la acción consciente de una rectitud sólidamente basada sobre principios, valores y virtudes. Por todas estas razones y como no puede haber efecto sin causa, y por el idealismo de muchos seres humanos que han recorrido el camino en la búsqueda de la razón, de las leyes fundamentales y de las causas últimas de la naturaleza, del ser, de la historia, y la sociedad, el hombre hoy más que nunca tiene que actuar con rectitud reflexible, defendiendo primero a la humanidad y luego velar por sus intereses.

Por otro lado la razón le atribuye al hombre cierta facultad por medio de la cual, el hombre sobresale nítidamente de la especie animal. Esta capacidad se puede definir por el conocimiento universal, en el reino de las ideas, o sea que es un animal racional, poseedor de la razón.

Una concepción meliorista del hombre, le permite el crear un método para traspasar los umbrales de las creencias, políticas, religiosas y sociales, para demostrar por medio de la razón lo racional y por medio de un recto sistema, la rectitud humana en el orden espiritual, o sea al de las ideas y el pensamiento, entendiéndose que el pensamiento es la más alta manifestación de la actividad humana.

La razón es necesaria para evitar la fanática aplicación de las reglas sin la debida consideración de sus limitaciones y de la necesidad de corregirlas cuando aumenta nuestro conocimiento o cambien las circunstancias.

Sobre la Rectitud Séneca dice: “Qué importa saber que es una línea recta, si no se sabe lo que es rectitud”.

Y sin duda este debe ser el punto de partida, ya que los actos deben estar apoyados e inspirados en ideas de justicia y equidad; José Ferrater Mora señala que hay en esto una razón en el obrar cuya finalidad se supone que es la verdad y la prudencia y que el sentido común de la rectitud es la justicia y la justificación de todo camino que se emprende, o de lo que se dice, con una relación de severidad y firmeza. “Es el hábito de obrar según lo justo; es la intención de obrar bien, ya que ella se inclina a dirigirse conforme a los preceptos de lo justo”

Nicola Abbagnano manifiesta que rectitud es el criterio o la medida racional de las cosas, esto es, el principio para juzgarlas.

Se dice también que consiste en lograr un acuerdo con la naturaleza, ya que el acuerdo con la naturaleza es el criterio de toda valoración, la rectitud entonces no es más que un criterio.

Por cierto desde una perspectiva de la filosofía, tanto la rectitud como la razón, constituyen valores que están insertas en el conocimiento humano y simbólicamente implica que se transitara hacia un nuevo peldaño del crecimiento humano. Esto recuerda que se debe actuar con los demás, de la misma manera que ese comportamiento se aplicara a nosotros mismos, es decir: “No hagas a otro lo que no quieras que hagan contigo”.

Para alcanzar este estado, se debe estar premunido de las nuevas herramientas humanas que provee el conocimiento, que son los símbolos de la moralidad, la verdad que debe estar presente en todo momento, basándose inequívocamente en la exactitud. Es el obrar con rectitud y proceder honradamente. Todo acto debe estar inserto en la Rectitud. Es la Joya representativa de la RECTITUD.

Es por tanto que en la masonería, Rectitud, reúne en sí a la honradez, la fidelidad, la justicia, la bondad, todo puesto al servicio de la sociedad en la que participa el hombre .

El hombre recto ha de ser sereno, cauteloso y medido en la expresión de sus sentimientos, ha de saber callar y cauto en el hablar, debe evitar el insulto y la violencia. Humilde para recibir y aún más para dar. El blanco es su color, representa la pureza, la inocencia, la verdad y la nobleza.

La Razón, la Justicia, y el Compás, guían al hombre por un justo caminar, lo aleja del fanatismo, lo prepara para la lucha de las buenas intenciones y al ciudadano le recuerda que en su conciencia está el sendero de los bueno, de lo justo y de lo bello.

El lenguaje simbólico encierra un profundo sentido intelectual y moral. Representativo de la Justicia con que deben medirse las conductas del hombre. Significa además derecho, razón, equidad, esto es, respetar el derecho de los otros, moderando impulsos y deseos.

Se debe obrar con imparcialidad, obrar con la razón por guía, facultad propia de los seres pensantes, ajena a sus instintos y debilidades a las cuales puede dominar y superar.

Así si el hombre es perfectible, la razón sera susceptible de desarrollo al igual que la inteligencia y permite pensar independientemente de toda sugestión y de acuerdo a la experiencia personal.

CONCLUSIONES
Sin duda la Rectitud y el uso de la Razón, constituirán la primera motivación en el desarrollo de un masón y por ello será clave para el desarrollo del compañero, en tanto cuanto que ello es la fundamental misión del masón -“el mantener una conducta permanente de perfeccionamiento”-.

Esta conducta del hombre debe ser capaz de ofrecerla a la comunidad en la que participa y por tanto ello dependerá del camino seguido, y dependerá del proceder, lo cierto es que Séneca tiene mucha lógica, “lo importante es saber de rectitud” el tortuoso camino es lo de menos.

Como tal el orden moral enseña a juzgar con igualdad todos los hechos y acontecimiento cotidianos. Jamás debe hacer apreciaciones o dictar sentencia que no se ajusten a la realidad.

Por otra parte la Razón y Rectitud significa esclarecer y precisar los fines para el logro de un comportamiento recto y justo y por tanto ser capaz de analizar con amplitud todas las materias importantes, asegurando la ecuanimidad al considerarlos y en caso de conflicto del individuo o entre individuos, evitar el empleo de la represión o fuerza y procurar la voluntaria aceptación, ya que la fuerza es el abandono de la racionalidad.

Finalmente la Razón y la Rectitud imponen un modo de actuar frente a los iguales y a la sociedad en que participa, ello debe ser con justicia, pues la justicia impone rectitud, sabiduría y equilibrio, el hombre entonces usa el discernimiento.



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